viernes, 12 de diciembre de 2008

Monólogo de Alsoris





Ya no sé qué más decir, con tantos conflictos mundiales, que si las narcomatanzas, la elección del primer Presidente afroamericano en Estados Unidos, la violencia incontrolable en Guatemala y suicidios cibernéticos, bueno necesito hacer una pausa, dejar de leer los periódicos, ver noticiarios, por hoy y mañana ya son suficientes, bastaaaa!!! Respiro profundo y digo:

Hace como tres años conocí a Martín, mierda, me encantaba ese individuo, de esas ilusiones perdurables, resistentes a los años, con un dejo de esperanza interminable, que quise demasiado y que con el tiempo terminé de ver con una realidad que estremeció mi espejismo por él.

Dios, cada tarde era una emoción verte, de aquellos encuentros visuales que duran una eternidad, el fulgor de tu presencia en los pasillos, podía identificar tu voz, poco masculina, entre los demás seres con los que conviviamos, y siempre estabas allí con esa sonrisa característica de los que fingen cariño y honestidad, aunque me permito aclarar, ese hombre es en cierta medida normal, pero no hay que despertar a la fiera que lleva dentro y se desata en ciertas discusiones, lo sabré yo.

Nuestras conversaciones eran interesantes, contigo Martín se podía debatir, mas no discutir, eso lo recalco. En aquel momento no necesitaba realidades solo eran mentiras, especulaciones, que no niego disfrutaba, ya que recuerdo que en numerosas pláticas existía aquel rastro de complicidad y sospecha que había en cada uno de nosotros. Sin embargo no quisimos aclarar hasta aquel día, recuerdas, cuando ambos nos convertimos en lo que cada cierto tiempo, y a todo ser humano nos pasa, sacar a luz esa segunda personalidad.

Y fue entonces que vi al doctor Jekyll y Mr. Hyde en acción, parece extraño que aquel niño tierno, sonriente se conviertiera en otra persona, que actuara soso, confundido y después se ocultara; no cabe duda que estás situaciones no las manejas bien, Martincito, siempre quieres escuchar lo mejor y no es así en la vida, también debes oír la verdad, por supuesto aunque no sea agradable.

Pese al tiempo que ya no hablamos, percibo en ti todavía ese sentimiento de indiferencia, que cubrías con risas, joder, dicen los españoles, ahora entiendo esa atracción que sentía por ti, era todo ese misterio que envuelve a las personas, que desconoces como terminará.

Hablar de Martin me llevará más tiempo y hojas, por el momento te dejaré descansar, volveré cuando recuerde cada detalle que me parecía fenomenal en aquel entonces y que en este momento es incierto. O podría ser que ya no vuelva a decir nada de ti, que nunca más recuerde, que padezca de amnesia eterna.


3 comentarios:

José Roberto Leonardo dijo...

Felicidades por el Blog Narcy, estaré pendiente de lo que publiques. Ah la constante pugna en el amor, pero vos aguantala, y seguí siendo siempre esa gran persona y buena onda que sos.
abrazo narcy

Clau dijo...

pasaba... visitaba... y encontre tu blog que buen post...
ahhh los fantasmas del pasado... los del amor... los del silencio!
Esperamos saber mas de Martin!
sluds!

Narcy dijo...

Gracias Clau, pues los fantasmas aparecen y están de nuevo ahora, pero debo tratar de dominarlos. Un abrazo y también felicidades por tu blog.